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Un camino más para llegar al cielo de la rayuela.

04 diciembre, 2009

Llovia un poco

preparó el mate, y se fue a sentar debajo del corredor con techo de chapas negras...

Antes de acomodarse en la reposera, enchufó la radio vieja y buscó con la perilla hasta encontrar el sonido de la trompeta, el saxo, el contrabajo y el violín.

Dejó la pava en el piso.
Tomó el libro de Cortázar que habia leido un millón de veces, y lo volvió a empezar, un mate, una página, un mate...